Conversamos con parte del equipo directivo, el profesor de educación física Pablo Fuenzalida y la periodista María Paz Gálvez, dos de los fundadores de la ONG Moviendo.
Hace 5 años, cuatro profesionales, inquietos y motivados, aunaron deseos, ímpetu, fuerzas y conocimiento los que, sumados a su experiencia en voluntariado, dio vida a un espacio de colaboración, aporte y crecimiento.
Sumando colaboradores, y tras largas conversaciones, empieza el crecimiento y desarrollo de ONG Moviendo, afianzando el camino por el derecho al ocio como oportunidad de mejorar la calidad de vida de las personas.
¿Cómo surgió la iniciativa?
María Paz: La verdad es que todo esto fue surgiendo poco a poco. Éramos distintas personas con diferentes inquietudes a quienes lo que nos llamó la atención, y las discusiones que empezamos a tener era que la sociedad en la que vivimos genera una visión muy positiva de la productividad, lo que es muy válido y necesario, pero de forma desequilibrada, dejando fuera otros elementos importantes para el bienestar.
Muchas veces la gente solo vive para trabajar, no por opción, digamos, porque hay todo un sistema que les impide tener espacios de mayor libertad en su tiempo. Entonces, empezamos a pensar en eso como un problema. Decidimos que el tema del derecho al ocio era un buen tema porque era algo novedoso, en aquella época, así es que por eso decidimos enfocarnos en ese tema. Y, si bien pensamos que el ocio es un derecho que a nivel de toda la sociedad está vulnerado, o sea, todos carecemos de espacios de ocio u oportunidades de ocio; evidentemente, hay grupos que están más vulnerados en ese derecho y por eso también decidimos trabajar con campamentos, con personas con discapacidad y otros grupos.
ONG Moviendo obtiene su personalidad jurídica el año 2015, pero las conversaciones y la inquietud de sus fundadores surgen en 2014, forjando el proyecto en dos etapas: creación y concreción; en el inicio de la labor y la búsqueda del impacto positivo en los territorios vulnerados, especialmente con la niñez.
¿Por qué escogieron trabajar con la niñez? ¿y por qué justamente con personas en situación de campamento?
María Paz: Somos la región que tiene más campamentos de todo Chile, entonces, hay un tema importante de vulneración social en los campamentos y nosotros, en realidad, nos acercamos a los campamentos Manuel Bustos, Mesana y Felipe Camiroaga, les presentamos nuestra propuesta. En ese tiempo, sinceramente, no teníamos más que el entusiasmo y las ideas y el proyecto que presentamos. Tuvimos una reunión con los dirigentes comunitarios, les presentamos la idea e hicimos un diagnóstico con ellos para ver cuáles eran los temas y los grupos que a ellos les gustaría trabajar o con los que ellos pensaban que deberíamos trabajar, surgiendo desde la misma organización comunitaria del campamento, que trabajáramos con niños.
Con el tiempo el equipo se ha ido agrandando y fortaleciendo. Así, ONG Moviendo constituyó un sólido grupo de voluntarios y profesionales afines al área educativa y social, quienes desde 2016 trabajan de forma permanente por el desarrollo y espacios de esparcimiento, descanso y juego, que enfrenta hoy el desafío de la expansión.
¿Planean expandirse a otras poblaciones en el futuro?
Pablo: En la medida que el proyecto tenga la posibilidad económica y profesional de poder expandirse, siempre está la posibilidad, pero no es algo que nos apure excesivamente, pues antes de entrar en Camiroaga también habíamos hecho dos acciones en campamento. Por supuesto que es algo a lo que uno aspira, pero también hemos tratado de ser conscientes de que en el fondo es mejor tener un buen trabajo en un lugar que tener varios. Es importante tener este vínculo permanente con la gente, para que luego la acción sea replicable en otros lugares.
¿Cómo se financia la ONG?
Pablo: Cuando partimos, las herramientas que teníamos para saber cómo financiarnos eran escasas y era más o menos replicar lo que conocíamos: donaciones de personas naturales, donaciones de empresa, leyes de donaciones, eventos para recaudar donaciones, entre otros. Por otra parte, los fondos concursables también son una herramienta que se usa bastante para partir.
La primera decisión que tomamos fue que, si nos comprometíamos con alguien, íbamos a hacer ese trabajo, independiente de la plata, aunque la acción fuera más chica o que la acción fuera más limitada, nunca pusimos al dinero como una limitante. Luego nos fuimos dando cuenta de que había un modelo de generar tus propios ingresos y no depender de ingresos de otras personas o de la voluntad de otras personas y ahí empezamos a indagar en el modelo de poder vender productos o vender instancias, o de tener un servicio que ofrecer que pudiera generar ingresos a la organización, porque además somos varios profesionales y como cualquier grupo de personas profesionales, tenemos conocimientos que podemos ofrecer a otros lugares, servicios públicos, empresas y demás.
Es una mirada un poco más moderna de lo que son las organizaciones sin fines de lucro -lo que no quiere decir que no se pueden generar ingresos, solo que estos se invierten totalmente en la gestión y trabajo de la ONG, no son utilidades, como en las empresas- porque también estábamos acostumbrados a que la donación era el único camino y de repente, hay alternativas posibles que también te ayudan al desarrollo profesional.
Finalmente, ¿cuáles son los proyectos a futuro de ONG Moviendo?
Pablo: Las aspiraciones siempre son poder desarrollarse a nivel humano en algo que a uno le guste y si uno tiene la posibilidad, hay que hacerlo. Ojalá que las personas que pasen por la organización también sientan esas ganas de poder desarrollarse a nivel humano y profesional, si es que pueden para adquirir la experiencia necesaria para la vida. Nuestro propósito y nuestra misión es, justamente, contribuir a que exista un derecho al ocio. Eso pasa, obviamente, por muchos temas, no pasa solamente por hacer el tipo de talleres y acciones que realizamos nosotros, pasa por temas de políticas públicas, por temas estructurales.
María Paz: Sobre eso último, por ejemplo, este año hemos tenido buenas noticias con el tema de la jornada laboral de 40 horas. Más allá de que hay distintas opiniones respecto a cómo es la ley, el tema de que se instale en la discusión y en la opinión pública de que es necesario ir acotando los tiempos de trabajo para permitir que surjan otras cosas que aportan el bienestar, es relevante.
Obviamente, el trabajo aporta al bienestar porque nos genera el sustento económico que todos necesitamos, pero también permite la realización personal y profesional. Pero no es lo único que aporta al bienestar. El tiempo de encuentro con otros, el tiempo para hacer deporte, el tiempo para salir a caminar, para ver una puesta de sol, para leer un libro, para estar con tus hijos, son fundamentales.
Hoy en día la ONG tiene tres proyectos principales: La Escuela del Movimiento y Club del Movimiento, en el que se trabaja con niñez; Ocio Inclusivo, en el que se trabaja con un grupo de adultos jóvenes en situación de discapacidad intelectual, desde el 2021; y también un proyecto en Villa Alemana de niñez y participación ciudadana, asociado al PADEM de esa comuna.