Durante las últimas semanas se ha llevado a cabo la sección “ONG Moviendo te pregunta”, la cual es una iniciativa de poder conversar y conocer un poco más sobre el papel que ejerce el ocio y la recreación en nuestra sociedad, sobre todo en relación con el trabajo que se realiza cada día aquí en ONG Moviendo.

En esta ocasión, conversaremos con Antonia de la Fuente, psicóloga Clínica de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC), quien es Diplomada en Psicología Junguiana, más conocida como terapia humanista, y ella se ha ido especializando en experiencias adversas en la infancia, problemas laborales, trastornos depresivos y ansiosos, entre muchos otros fenómenos de la salud mental. Antonia nos conversó sobre las incidencias que tiene el ocio en nuestra vida cotidiana, la importancia de los espacios de descanso en una sociedad sobre productiva y algunos consejos de cómo integrar el equilibrio y el reconocimiento de nuestros propios intereses para dar cabida al ocio como un concepto que deja atrás su calificativo negativo y da paso al concepto de necesidad para el bienestar personal y humano.

Preguntas:

  1. Sabemos que te especializaste en la psicología Jungliana, podrías contarnos brevemente ¿de qué trata? Para el conocimiento general.

La terapia Jungliana va en la línea de lo más humanista; nace del psicoanálisis, pero lo que esta vela es a la integración de toda la persona. En la que nosotros como individuos, al momento de crecer, podamos integrar aspectos positivos como negativos, así como también distintos polos; ligado a nuestro desarrollo y a todos los fenómenos culturales. Pero siempre en proceso de la transformación desde el cambio de la mente. Saber que nosotros día a día podemos transformarnos para estar mejor con nosotros mismos y ser mejores personas, y obviamente uno de esos factores es poder tener espacios que beneficien nuestro desarrollo.

  1. ¿Como podríamos vincular esa constante transformación con, nuestro tema principal, del bienestar humano y el papel que ejerce el ocio en relación con esto?

Considero que el valor que tiene el ocio con relación a esta transformación, tanto en cualquier terapia de la salud mental, es poder desconectarnos de todo esto; la sociedad y el ritmo de vida que está todo el rato funcionando; el estrés, la ansiedad y poder reconectarnos con nosotros mismos y con lo que deseamos, finalmente. Y creo que al conectar con lo que nos hace bien y lo que queremos es lo que nos va a llevar al bienestar, ahí cuánto rato cada uno le pueda dar al ocio es relativo, pero es importante irlo combinando siempre con el equilibrio, para ir bajando los niveles de estrés que tanto perjudican a nuestra salud.

  1. ¿Crees que se puede determinar la cantidad de ocio que realmente necesitamos?

Yo creo que poner un número de horas es súper relativo a cada persona y cada vivencia, porque somos todos muy distintos, o sea, al final hay una subjetividad importante. Pero sí el ocio es uno de los pilares fundamentales en nuestra vida. Como que muchas veces se habla de tener una buena alimentación, de hacer deporte, tener un hobbie…siempre está ligado a esas partes importantes de poder mantener una buena salud mental, pero muchas veces, se nos olvida el ocio y sin él no podemos conectarnos con nosotros mismos y descubrirnos realmente.

  1. Igual, nosotros estamos en una sociedad que, de alguna manera, siempre nos lleva a producir y muchas veces en exceso, porque se tiene este concepto de que si no estamos trabajando no estamos haciendo nada bueno y que el único escape son los tan deseados “descansos”, y en ese espacio, ¿Cuál es el papel que tienen las vacaciones en el aporte al desarrollo personal y el bienestar humano que estábamos hablando?

Totalmente, las vacaciones son un factor demasiado importante, porque la gente se olvida de que uno necesita parar para poder producir, porque estamos insertos en un sistema que te obliga un poco a trabajar y trabajar, pero si nosotros no estamos bien emocional y psicológicamente, como tampoco estamos conectados con el yo interno, con el deseo o decir “qué quiero hacer” y hacer una introspección, va a ser muy difícil tener un mejor rendimiento. Es parte de las vacaciones poder parar también y descansar para no pasar a llevar nuestros propios límites.

  1. En las vacaciones tenemos tiempo para todo, pero ¿Qué opinas acerca de la diferencia entre realizar actividades recreativas en solitario versus en comunidad?, ¿cuál sería la más ventajosa según tu perspectiva?

Somos seres sociales, obviamente es sumamente importante la parte social, pero es mejor ir viendo caso a caso. En general, ambas son necesarias. Aunque, por ejemplo, una persona que tenga fobia social y ansiedad, probablemente si la pones en actividades recreativas que se realizan en grupo no le va a beneficiar versus, quizás, leer un libro que puede que haga que la persona tenga un mejor estado anímico. Es super importante conectarnos con lo que nosotros deseamos y sentimos en un momento determinado, porque ello nos va a poder ayudar a fortalecer nuestra autoestima, nuestra seguridad…entonces eso también puede hacer funcionar nuestras relaciones interpersonales. Y por el otro lado, las actividades en comunidad con otras personas pueden también ir otorgándonos ciertas habilidades o necesidades sociales que nos hacen sentir pertenecientes a cierto grupo. Entonces yo creo que hay que hacer un mix entre las dos, e ir viendo caso a caso qué es lo que más necesita un individuo. Es importante poder conocernos y pasarlo bien con nosotros mismos, ya sea en momentos como de “soledad” como también con otros, ya que ambos nos entregan algo.

  1. Con relación a lo que mencionaste, que ambos tipos de actividades son importantes y también sobre tener distintos hobbies, es bien interesante cómo actúa lo físico en nuestra mente, ¿Qué me podrías decir sobre esta relación, por ejemplo, con el deporte que es uno de los hobbies más conocidos?

Bueno, al final somos mente y cuerpo; no los podemos separar. Y pasa mucho eso, por ejemplo, cuando uno trata de racionalizar todo, que le pasa a la gente que le cuesta como conectarse con el ocio, que es esto del constante pensamiento de deber producir porque o si no aparece la culpa; de no estar siendo eficiente o, al final, el típico “no estoy haciendo nada”, pero se olvidan de toda la parte emocional y corporal que implica ese espacio. El deporte en este caso, entrega muchas cosas como, por ejemplo, ayuda a liberar ciertas hormonas (como la dopamina, serotonina, endorfina) que bajan los niveles de estrés, entonces eso ayuda a distanciarnos de los estados más depresivos y ansiógenos. Puede ir fortaleciendo las relaciones interpersonales, la autoestima, también a desconectarnos y, al largo plazo, nos puede ir ayudando en hartos factores psicosociales que afectan proporcionalmente a nuestro desarrollo y a cómo nos sentimos. Por eso olvidarse de tener tiempos de ocio afecta a nuestra salud en todos los sentidos, ya que son cosas que están super relacionadas dado que nuestro cerebro funciona a través de mecanismos que afectan nuestra salud física y mental, por ejemplo, si uno está ansioso van a aparecer, efectivamente, también síntomas físicos. Aparece la taquicardia, la presión en el pecho, por lo que no podemos separar estas dos cosas, y eso es super importante, sobre todo, en el momento de velar por nuestro cuidado y nuestro cuerpo que es el encargado de llevar gran parte de la carga emocional también.

  1. ¿Cómo crees que se podría integrar el ocio al día a día, sobre todo, cuando quizás no se destina mucho tiempo para ello?

Yo creo que ustedes, como ONG, ya lo que están haciendo es una iniciativa muy linda, que es poder hablar del ocio. Que muchas veces, las personas ni siquiera se dan el tiempo de pensar sobre esto, porque a veces hasta puede dar culpa, porque suele pasar que en seguida viene este “juicio” desde la autoexigencia de creer que no está bien o que simplemente no estás haciendo nada y yo creo que el mensaje que hay que darle a las personas es que se puede reinvertir el tiempo en un autocuidado, velando por nuestra salud mental y por las cosas que realmente deseamos hacer; cuántas veces hemos querido comenzar un proyecto nuevo o desconectarnos de aquello que nos preocupa, y eso viene con la psicoeducación. Y si nos vamos más para atrás, desde el comienzo ya existía el ocio y es algo súper humano y necesario, porque estamos todo el día funcionando entonces necesitamos el descanso de poder desconectarnos con la sociedad para poder reconectarnos con nosotros mismos, y pararse a pensar qué es lo que realmente me hace feliz, lo que yo quiero y poder transformarnos poco a poco para llegar a un bienestar. Creo que los espacios de ocio nos dan la posibilidad de cuestionarnos, de reflexionar y eso también se pierde cuando uno está constantemente funcionando, sin parar.