
La Escuela del Movimiento es uno de los proyectos más emblemáticos de Moviendo Chile, donde niños, niñas y jóvenes participan de experiencias de deporte, recreación y convivencia en un espacio lleno de aprendizajes. Para la versión de verano 2026, dos jóvenes voluntarios asumirán el desafío de liderar el proceso: Diego López y Óscar Calbuñir. Conversamos con ellos para conocer más sobre sus motivaciones y expectativas en este nuevo rol.
¿A qué te gustaba jugar cuando eras niño?
Diego: “Me gustaba jugar a la pelota, a las escondidas y, en general, salir a jugar con mis amigos en la plaza durante el día. Y cuando volvía a casa, pasábamos el tiempo en el Play 2 o jugando Pokémon”.
Óscar: “Me encantaba jugar a la escondida y al policía y ladrón. Eran juegos que disfrutaba mucho con mis amigos”
¿Qué aprendizaje o experiencia te ha dejado la Escuela del Movimiento?
Diego: “La Escuela del Movimiento me ha dejado experiencias profundamente enriquecedoras desde que soy voluntario. Ha sido un espacio donde he podido aprender y disfrutar mucho de las diversas actividades, y he podido conectar con el disfrute de los niños y niñas del campamento Felipe Camiroaga de una manera genuina. He aprendido lo importante que es conectar con la alegría y el disfrute incluso en momentos de cansancio, a poner una actitud positiva no solo para uno, sino también para el bienestar de los demás. En definitiva, he aprendido lo esencial que es fomentar momentos de ocio en la vida personal y en nuestra comunidad”.
Óscar: “Creo que participar en la Escuela del Movimiento siempre termina dejándote algo nuevo, sin importar cuántas veces estés. En mi caso, lo que más rescato es haber aprendido a relacionarme con los niños de una manera equilibrada: que puedan verme como alguien cercano con quien jugar y reírse, pero sin perder el respeto ni olvidar que represento un rol de autoridad. Lograr ese balance siempre es un desafío, y desde que entré a la Escuela quise que los niños me percibieran así. Hoy siento que gracias a esta experiencia he podido desarrollar esa habilidad y cada vez la manejo mejor”.
¿Cómo esperas aportar en este rol de jefe de la Escuela del Movimiento Verano 2026?
Diego: “Espero aportar con mi entusiasmo para generar momentos significativos en la vida de todos quienes seremos parte de la Escuela, e innovar en el proceso, de modo que niños, niñas y voluntarios puedan llevarse experiencias hermosas y nuevas para compartir en sus hogares. Quiero sumar también con mi compromiso y mi capacidad de organización y gestión, para que cada actividad se desarrolle de la mejor manera posible, promoviendo la seguridad y el respeto. En definitiva, espero estar a la altura de este desafío que se me ha confiado y que agradezco profundamente”.
Óscar: “En lo personal me considero una persona bastante creativa, y me encantaría aportar justamente con esa creatividad a la Escuela. Es muy bonito ver la emoción de los niños cuando hacen una actividad nueva por primera vez, y me gustaría poder entregarles ese tipo de experiencias para que las recuerden con cariño”.
Con Diego y Óscar liderando este proceso, la Escuela del Movimiento Verano 2026 se prepara para ofrecer un espacio de aprendizaje, diversión y experiencias transformadoras para todos sus participantes.
 
				